“Ser dueños de nuestra historia y amarnos a nosotros mismos a través de ese proceso es lo más valiente que haremos.” ~ Brené Brown
Me acuerdo cuando me tocó trabajar por primera vez el tema del amor propio y cómo me impactó. Fue en un retiro de meditación en Irlanda en 2014 (justamente cuando salí de Alemania y empecé a viajar).
Si veo ahora la fecha, me parece muy tarde para tener este descubrimiento, sin embargo, como dicen, más vale tarde que nunca :-).
Me sorprendió mucho la idea del deber amarse a uno mismo.
Me pregunté ¿Y cómo me motivo entonces para hacer las cosas? Estaba muy acostumbrada a criticarme a mí misma y pensaba que esa exigencia era normal para seguir adelante. Amarme a mi misma me parecía interesante pero al mismo tiempo muy extraño. ¿No es egoísta? pensé también.
En el retiro me quedó claro que ya había pasado muchos años siendo muy crítica conmigo misma, entonces valía la pena intentar hacer lo contrario y ver qué sucedía.
En el retiro nos enseñaron una meditación llamada Metta Meditación y sirve para practicar amor propio, amabilidad y compasión. Contigo y con los demás. Es una meditación apta para principiantes y me gustó mucho.
Gracias a esta meditación empecé a entender más y más la conexión y los efectos del amor propio. No tiene nada que ver con egoísmo o mejor dicho con un egoísmo negativo como el narcisismo.
Mi interpretación del amor propio es que es una manera de cuidarte, conocerte mejor, aceptarte (algo muy importante me parece), tener compasión y paciencia contigo mismo. Y si lo tienes para ti, seguro vas a ver a los demás con otros ojos. Con ojos de compasión y amor, sin la necesidad de esperar algo de regreso o sin quedarte vacía/o porque ya tienes amor en tu vida, amor propio.
Creo que si alguien no puede aceptarse/amarse a sí mismo, es muy difícil para esa persona recibir amor de los demás. Y aquí hablo de mi propia experiencia. Da igual que tanto te ame y qué tanto te lo diga la otra persona, no va a llegar a tu corazón, hasta que empieces a aceptarte, amarte y creer realmente que tú mereces amor.
Después del retiro hice la Metta Meditación cada día por más o menos 1,5 años. Y la abandoné, porque caí en la trampa de “no tengo tiempo” y pensaba ya estoy curada... Hasta que tuve un bajón muy fuerte el año pasado, en junio de 2020, y me acordé de ella y la relevancia de la práctica del amor propio.
Es necesario practicarlo cada día y hacerlo un hábito, el amor propio. Es lo mismo que pasa si cambias tu dieta a una dieta más saludable. Es un cambio para siempre. Un cambio bonito con muchas oportunidades y una mejor calidad de vida.
Hay muchos caminos para practicar el amor propio. A mí me ayuda mucho la Metta Meditación, las afirmaciones e identificar lo que digo y cómo me trato durante el día (¿digo y hago cosas con compasión para mí o estoy criticándome duramente?).
¿Qué cosas haces tú para practicar el amor propio? ¿Tienes algún ritual o una técnica? Si quieres escribirme. Estaría muy feliz de leerte.
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